Yan González, Gerente de Finanzas Corporativas de Sudameris Securities Casa de Bolsa.
El Banco Central Europeo (BCE) recorta tasas y ajusta a la baja las proyecciones de crecimiento
Luego de un periodo de lento crecimiento económico en la eurozona y con una inflación en proceso de enfriamiento (2,2%, cerca de la meta del 2%), el BCE ha decidido este jueves recortar por segunda vez en el año su tasa de referencia en 25 puntos básicos, llevándola al 3,5%.
Adicionalmente, el BCE ha ajustado a la baja su proyección de crecimiento a 0,8%, ligeramente inferior al 0,9% previo, citando una “contribución más débil de la demanda doméstica en los próximos trimestres”.
No obstante, para muchos agentes económicos, la gran incógnita no estaba en la posibilidad de recorte de tasas en septiembre, sino en que el regulador muestre señales de cuales serán sus próximos pasos. En ese sentido, la autoridad monetaria manifestó que “no está comprometida con un sendero específico de tasas”, reafirmando la necesidad de un enfoque de un paso a la vez, en la medida en que los datos relevantes vayan aflorando.
Esta visión cauta, está fundada en las revisiones a las proyecciones recientes, al alza de la inflación, presionada por el aumento de salarios en el sector de servicios, y a la baja de crecimiento.
El sentimiento de mercado sitúa la probabilidad de una nueva reducción en octubre en un 20%, versus un 40% a inicios de la semana.
El reporte Draghi: El futuro de la competitividad Europea
Los datos recientes de crecimiento en la zona euro, son particularmente interesantes en el contexto del reciente reporte emitido por la Comisión Europea acerca del futuro de la competitividad en esa zona, elaborado por Mario Draghi, anterior presidente del BCE y Primer Ministro de Italia[1].
En dicho informe, Draghi urge a la UE a la implementación de una política industrial más coordinada, mejores y más agiles procesos de toma de decisiones y masivos niveles de inversión para poder mantener el ritmo de crecimiento de Estados Unidos y China.
Efectivamente, en el reporte de más de 400 páginas, Draghi manifiesta que el bloque necesita de una inversión en el orden de 750-800 mil millones de euros por año, aproximadamente un 5% del PIB, un nivel de inversión mucho mayor al 1-2% de PIB del Plan Marshall para la reconstrucción de Europa en la post guerra.
Además, el bloque debe actuar en varios frentes. Según Draghi, “o hacemos esto, o será una lenta agonía”, al tiempo que afirmaba que, si bien muchos países del bloque ya se encuentran respondiendo a las nuevas realidades, la efectividad de estas acciones se ha visto limitada por una importante falta de coordinación.
Entre otros aspectos citados como problemáticos, están los distintos niveles de subsidios entre países, con la consiguiente distorsión del mercado común, la fragmentación que limita la escala requerida para competir a nivel global, además de un complejo y lento proceso de toma de decisiones, ante lo cual se sugiere extender la mayoría calificada a más áreas en remplazo de la unanimidad requerida, además de permitir a países con ideas afines avanzar en solitario en algunos proyectos.
Aun cuando los recursos existentes pueden cubrir parte de la necesidad de inversiones masivas, Draghi manifestó que podrían ser necesarios nuevos fondos, algo a lo que principalmente Alemania ha sido renuente, con el Ministro de Finanzas afirmando que tomar deuda en forma conjunta no resolvería los problemas del bloque, y que Alemania no estaría a favor.
Otros aspectos abarcados en el informe tienen que ver con una regulación más inteligente en aspectos de competencia de mercado, debiendo analizarse fusiones no solo en los confines del bloque sino en función a si la operación de adquisición impulsa o no la innovación en sectores como tecnología, donde la escala es crítica para competir.
El reporte contiene propuestas para 10 sectores económicos, entre ellos energía, inteligencia artificial, farmacéuticas y exploración espacial.
La publicación del informe llega en un momento en el que la problemática planteada (falta de inversión, la pérdida de energía barata y la variación en la composición demográfica) ponen en duda el modelo económico alemán, en otros tiempos el corazón del crecimiento del bloque, pero que actualmente está enfrentando grandes desafíos en términos de crecimiento, con marcas emblemáticas como Volkswagen considerando la posibilidad de cierre de plantas y con un número récord de casos de insolvencia corporativa en la primera mitad del 2024 (+24,9% respecto al 2023).
Las reacciones de mercado en general apuntan a que las dificultades políticas en Alemania y Francia, y las largas disputas entre otros estados miembros, probablemente no permitirán pasos significativos hacia la integración que Draghi recomienda.
[1] https://commission.europa.eu/topics/strengthening-european-competitiveness/eu-competitiveness-looking-ahead_en