Mientras en Paraguay se mantiene la tasa de política monetaria, en Japón la inflación obliga a una subida de su tasa de referencia
Banco Central del Paraguay: El Comité de Política Monetaria mantiene la tasa de política en 6%
Por décimo mes consecutivo, el regulador monetario decidió por unanimidad mantener la tasa de política monetaria en 6,00%. Durante ese periodo, la inflación mensual se ha mostrado bastante volátil, con un pico de 1,10% en marzo y un mes altamente deflacionario en junio con un -0,40%.

Entre algunos de los aspectos más relevantes, el comunicado del Banco Central menciona: a) La situación de empleo en los E.E.U.U., con una creación superior a la esperada, sumado a una inflación mayor en diciembre que el mes previo (2,9% vs. 2,7%), pero en línea con las expectativas de mercado; b) Los precios del petróleo en alza debido a las tensiones geopolíticas, al igual que los precios de la soja, maíz y trigo, pero por coyuntura de menor producción; c) Aumentos interanuales del IMAEP y del ECN; y d) Una inflación del 0,7% en diciembre.
Japón: El Banco Central de Japón (BOJ) eleva su tasa de referencia al nivel más alto desde 2008
Tal como venían anticipando los agentes de mercado, el BOJ ha resuelto elevar su tasa de interés de referencia a 0,5%. Esta decisión acompaña una lectura de inflación base al mes de diciembre de 3,6%, llegando a su pico desde enero 2023, y por encima del mes anterior (2,9%).

Así también la inflación núcleo registró un pico de 16 meses, cerrando en 3% en diciembre, sentando así las bases para la decisión adoptada, e incluso alimentando las expectativas de mayores ajustes al alza, dados los comentarios realizados por Kazuo Ueda, gobernador del BOJ, en los que no dio un horizonte de tiempo para esos ajustes, sino que mas bien dejó entrever que no tienen ideas preconcebidas acerca de la trayectoria de la tasa, y que las decisiones estarán en función al futuro estado de la economía y los precios.
Este ajuste, el tercero en menos de un año, acorta la brecha entre las tasas de los E.E.U.U. y Japón, y tuvo un impacto inmediato en la cotización del yen frente al dólar americano, apreciándose un 0,8% posterior a la confirmación de la noticia, llegando a 156,05. Esto a su vez impactó negativamente en las acciones de empresas japonesas, la cuales se favorecen con un yen más débil.

En general este ajuste ha sido menos disruptivo que el ejecutado en julio 2024, el cual tomó por sorpresa a los mercados, afectando tanto al Nikkei 225 como a los índices tradicionales de E.E.U.U. y Europa, principalmente debido a una combinación de datos pesimistas en el mercado laboral de la economía americana y una apreciación brusca del Yen que ocasionó el desarme de un volumen muy importante de operaciones de carry-trade con esa moneda.
En esta ocasión, el BOJ ha ejecutado una mejor orientación prospectiva en cuanto al ajuste a realizar, lo cual sumado a un dólar en retroceso, tuvo como resultado que los mercados ya habían incorporado el ajuste en los precios relevantes.
Finalmente, Ueda afirmó que prevé una convergencia de la inflación con el rango meta del BOJ “cerca del 2026”, apoyado en proyecciones de inflación revisadas al alza. El consenso de mercado apunta a que el regulador esperará al mes de julio para realizar nuevos ajustes.